Está hasta el día 5 de mayo, en el paseo de Recoletos, en la Biblioteca Nacional.
Lo que más me gustó fue el grabado del rinoceronte, porque aparte de ser precioso tiene una historia muy curiosa, y es que un sultán regaló a Manuel I de Portugal un rinoceronte y a Durero le llegó una descripción y sin haberlo visto nunca lo retrató.
Os recomiendo ir a verla porque vale la pena.

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